martes, 19 de julio de 2011

Iconografía de la escena de La Despedida

En contraposición a lo que sucede con otras escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, sobre el pasaje que representa el momento de La Despedida de Jesús de su Madre no existen fuentes textuales que cuenten o describan como y cuando se desarrolló este episodio de su vida, ni en los Evangelios canónicos, ni en los apócrifos, ni siquiera en “La Leyenda Dorada”, la más célebre recopilación de leyendas piadosas en torno a la vida de Cristo y los Santos escrita por el beato Santiago de la Vorágine (Varazze, 1230-Génova, 1298), una de las fuentes de inspiración más importantes e influyentes en la iconografía pictórica y escultórica utilizada por numerosos artistas. Sin embargo, y como hemos visto en otras entradas de este blog, existen numerosas obras que representan la escena de La Despedida de Cristo de su Madre.

En este vídeo que hemos realizado mostramos una recopilación de diversas obras que abarcan desde el grabado (cuya ejecución contribuyó en gran medida a la inicial difusión de la iconografía de La Despedida), así como pinturas y esculturas procesionales en las que podemos conocer diferentes aportaciones iconográficas sobre esta escena realizadas por destacados artistas (tanto del renacimiento como del barroco, así como por autores contemporáneos), en las que se representa esta escena de La Pasión que forma parte de importantes y reconocidos cortejos procesionales como los de Trápani (Sicilia, Italia), y en los de las Semanas Santas de Zamora y Cartagena.


miércoles, 13 de julio de 2011

“Al despedimiento de Cristo y la Virgen”. Uno de Los Romances escritos por Lope de Vega para cantar en la Semana Santa



Entre las muchas y curiosas tradiciones que se desarrollan con motivo de la celebración de la Semana Santa en nuestro país hemos encontrado una que nos ha llamado especialmente la atención, no solo por ser una peculiar expresión de religiosidad popular, sino también por el hecho de que en ella está presente el relato de la escena de la Despedida de Cristo de su Madre.

Así en algunas procesiones de la Semana Santa española existe la tradición de recitar una colección de romances escritos en el siglo XVII por Lope de Vega y Carpio, publicados en su obra titulada “Catorce Romances a la Pasión de Cristo" compuesta, - tal y como nos indica su titulo-, por catorce romances dedicados a diversos pasajes de la Pasión y Muerte de Cristo como la Oración en el Huerto, los Azotes, la Coronación de Espinas, Su presentación como Ecce Homo, llevando la Cruz a cuestas, desnudándole de la túnica, el levantamiento en la Cruz, las Siete Palabras, el buen ladrón, su Expiración en la Cruz, el Descendimiento, la Soledad de Nuestra Señora, y la Sepultura, iniciando los romances el dedicado al ‘Despedimiento de Cristo y la Virgen’.
Este es el texto de este romance:

“CATORCE ROMANCES A LA PASION DE CRISTO”

ROMANCE I.
Al despedimiento de Cristo y la Virgen

Los dos más dulces esposos
los dos más tiernos amantes
los mejores madre e hijo
porque son Cristo y su madre.

Tiernamente se despiden;
tanto, que en solo mirarse
parece que entre los dos
se está repartiendo el cáliz.

Hijo, le dice la Virgen
¡ay si pudiera excusarte
esta llorosa partida
que la entrañas me parte!

A morir vas, hijo mío
por el hombre que criasteis,
que ofensas hechas Dios
solo Dios las satisface.

No se dirá por el hombre
quien tal hizo que tal pague,
pues Vos pagáis por él
al precio de vuestra sangre.

Dejadme, Dulce Jesús,
que mil veces os abrace
porque me deis fortaleza
que a tantos dolores baste.

Para llevaros a Egipto
hubo quien me acompañase,
mas para quedar sin Vos
¿quién dejáis que me acompañe?

Aunque un ángel me dejaseis
no es posible consolarme,
que ausencia de un hijo Dios
no puede suplir un ángel.

Siento yo vuestros azotes
porque vuestra tierna carne
como es hecha de la mía
hace también que me alcance.

Vuestra cruz llevo en los hombros
y hay que pasar adelante,
pues si a los vuestros aliento,
aunque soy vuestra, soy madre.

Mirando Cristo a María
las lágrimas venerables,
a la emperatriz del cielo
responde palabras tales:

Dulcísima madre mía,
vos y yo dolor tan grande
dos veces le padecemos,
pues lo padecemos antes.

Con vos quedo aunque me voy,
que no es posible apartarse
por muerte ni por ausencia
tan verdaderos amantes.

Yo siento más que mi muerte
el ver que el dolor os mate,
que el sentirlo o padecerlo
en mi son penas iguales.

Madre, yo voy a morir,
porque ya mi Eterno Padre
tiene dada la sentencia
contra mi que soy su imagen.

Por el más errado esclavo
que ha visto el mundo ni cabe
quiere que muera su hijo:
obedecerlo es amarle.

Para morir he nacido,
Él ordenó que bajase
de sus entrañas paternas
a las vuestras virginales.

Con humildad y obediencia
hasta la muerte he de hallarme;
la cruz me espera, señora,
consuélelos Dios; abrazadme.

Contempla a Cristo y María,
alma en tantas soledades,
que ella se queda sin hijo
y él sin su madre se parte.

Llega y dila: ¿Virgen pura.
queréis que os acompañe?
que si te quedas con ella
el cielo puede envidiarte.


La recitación pública de estos romances protagoniza algunas procesiones de la Semana Santa española, como la de la localidad abulense de Navaluenga, en la que en la denominada “Procesión de Los Romances”, que se desarrolla en la tarde de Jueves Santo, dos cuadrillas pertenecientes a la denominada 'Hermandad de Romanceros' cantan estos romances así como los 300 versos que Lope de Vega dedicó a la pasión de Jesucristo en el siglo XVII, publicados en su obra las ‘Rimas Sacras’ (1614).


No existe documentación que nos aporte información concreta sobre el origen de esta tradición popular, aunque algunos creen que pudo surgir en el siglo XVII como manifestación de fe durante la contrarreforma, para después convertirse en acto procesional en el siglo XVIII.


Estas cuadrillas, inicialmente compuestas exclusivamente por hombres, están abiertas en la actualidad tanto a mujeres como a niños, y acompañan una procesión conformada por cuatro pasos: Cristo Amarrado a la Columna, La Caída, Cristo de la Veracruz y La Virgen Dolorosa.



Finalizado su recorrido los romanceros se vuelven a citar junto la iglesia donde estas cuadrillas se desafían en lo que allí se denomina “el pique”, en el que con sus cantos cada cuadrilla intenta imponerse en voz y sentimiento a la otra.



Esta tradición, de forma similar, también se desarrolla en la localidad de Baños de Rioja, en la que en las noches de Jueves y Viernes Santo dos coros cantan también estos romances que Lope de Vega dedicó a la Pasión y Muerte de Cristo.

Texto: María Victoria Botí Espinosa


Fotos de esta entrada:
- Portada de libro “Catorce Romances a la Pasión de Cristo” publicada en la web
http://www.todocoleccion.net/
- Cuadrilla de romanceros, de la Agencia EFE, publicada en
http://www.soitu.es/soitu/2009/04/09/info/1239303236_462527.html
- Procesión de Los Romances, realizada por Ricardo Muñoz. Publicada por la edición digital del diario
El Mundo

jueves, 7 de julio de 2011

La Despedida de Cristo de su Madre, tema de la predela conservada del retablo de la capilla de la desparecida Hermandad del Despedimiento de Sevilla

La web “lahornacina.com” recoge entre sus artículos el titulado ‘El patrimonio artístico de la extinguida cofradía del Despedimiento (Sevilla)’, escrito por Jesús López Alfonso, en el que su autor nos ofrece un análisis del patrimonio artístico perteneciente a la desaparecida cofradía del Despedimiento de Cristo de su Madre, conservado en la Parroquia de San Isidoro de Sevilla, sobre la que hacíamos referencia en una anterior entrada a este blog.

Entre las obras analizadas hace referencia a una predela perteneciente al retablo de la capilla que esta cofradía adquirió en esta iglesia en 1683, protagonizada por una pintura que representa la escena de La Despedida de Cristo de su Madre, que alude al grupo titular de la hermandad propietaria de la misma, El Despedimiento.

La pintura se encuentra alojada dentro de un medallón de magníficas tallas en forma de rocallas, orlado por pinturas con motivos de flores.

De autor desconocido, y datada por el autor de este artículo hacia el último tercio del siglo XVIII, la pintura de esta predela desarrolla el momento de la Despedida en un paraje de la naturaleza, componiéndola con cinco figuras: Cristo y Maria, que ocupan la parte central de la obra, a su derecha, muy próximo a ellos, San Juan, y tras el apóstol, en un segundo plano, María Salomé y María Magdalena.

Como en otras representaciones de esta escena todos sus personajes expresan una profunda tristeza al ser conocedores del trágico destino que le depara a Cristo tras su partida, destacando en ella la serenidad del rostro de María en el momento en el que se abraza y es abrazada por su Hijo, abrazo con en el que ambos expresan su dolor por la cercana muerte de Jesús, que ya se aproxima.

Texto: María Victoria Botí Espinosa








Bibliografía: López Alfonso, Jesús. ‘El patrimonio artístico de la extinguida cofradía del Despedimiento (Sevilla)’, en www.lahornacina.com

miércoles, 6 de julio de 2011

Damas Portapasos de La Despedida de Jesús de la Stma. Virgen

En el año 2008 la Asociación Mujeres Cofrades de Cartagena, como motivo de la organización en esta ciudad del III Congreso Nacional de Mujeres Costaleras y Portapasos, que tuvo lugar en enero de 2009, realizó diversos vídeos, para la difusión de este Congreso, sobre la participación de los grupos femeninos de portapasos existentes en aquellos años en la Semana Santa de Cartagena (el del trono de La Despedida y el de Las Santas Mujeres).

En el vídeo de esta entrada se muestran fotografías del grupo de Damas Portapasos del trono de La Despedida de Jesús de la Stma. Virgen tomadas durante su participación en la procesión de Viernes de Dolores del año 2008 en la Semana Santa de Cartagena. Las fotos que forman parte de este vídeo fueron realizadas por María Dolores Vilar Albaladejo.