Así la Semana Santa sevillana, durante los siglos XVII, XVIII y XIX, en la noche del Miércoles Santo procesionaba una cofradía – extinta desde finales el XIX - que tenía este pasaje de la Pasión de Cristo como titular de la misma, la denominada “Cofradía del Despedimiento de Nuestro Señor de su Santísima Madre”.
Aunque su fecha fundacional es desconocida, podemos afirmar que se puede datar con anterioridad al 1626, fecha en la que esta cofradía, que ya existía, se unió a la también extinguida hermandad del Santo Crucifijo y Virgen de las Virtudes (fundada en 1565), cofradía con la que compartiría sede canónica en el convento de San Agustín, del que ambas fueron trasladadas a su nueva sede canónica, la Parroquia de San Isidoro, en 1645, en la que se unieron a su vez con las cofradías de la Coronación de Espinas y Exaltación, pasando a denominarse en su conjunto como "Cofradía del Despedimiento de Nuestro Señor Jesucristo de su Santísima Madre, Santo Cristo de Virtudes y Dulce Nombre de María".
El grupo del Despedimiento fue realizado en 1689 por el escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón (Utrera 1653 – Sevilla 1720), autor también de su trono realizado con grandes dimensiones (4 metros de largo x 2 de ancho), para acoger las seis figuras que configuraban esta escena: Cristo, la Virgen María, San Juan, San Pedro, Santiago y la Magdalena.
Sobre este trono se sabe que estaba realizado en madera de cedro tallada, calada y sobredorada en todo su conjunto, y que acogía cuatro ángeles vestidos en sus esquinas, así como querubines desnudos que decoraban toda la 'canastilla' (parte alta del Paso, sobre la cornisa o respiraderos, en la que se disponen escenas de la pasión relacionadas en alusión a la escena que en el paso se representa).
Aunque lamentablemente no existe documentación gráfica que nos permita ver como era esta obra, gracias al contenido de su contrato de ejecución, aún conservado, se sabe que llevaba tallado en medio de donde se situaba la escena un trozo de jardín algo que, según indica este documento, se le solicitó explícitamente a Ruiz Gijón.
Los seis personajes que conformaban este grupo estaban situados dos a dos, uno enfrente de otro, centrando el protagonismo de la escena en Cristo y María en actitud de despedirse, iconografía cuyos personajes presentes en ella (San Pedro, Santiago, San Juan y la Magdalena), así como su desarrollo en un espacio de la naturaleza, la podemos encontrar representada tanto en grabados como en pinturas de la época, que posiblemente pudo haber conocido Ruiz Gijón.
Este paso, considerado por algunos autores como uno de los más suntuosos de la Semana Santa sevillana, dejó de procesionar hacia el último cuarto del siglo XIX, debido a la complicada situación económica en la que llegó a encontrarse la cofradía a la que pertenecía.
De su conjunto tan solo se sabe que el trono, tras ser reformado 1817, fue utilizado por diversas cofradías, sucesivamente, a lo largo de ese siglo, sin que se conozca en la actualidad cual es su paradero.
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Bibliografía:
– Gelo Fraile, Romualdo, “Cofradía del Despedimiento de Nuestro Señor Jesucristo de su Santísima Madre, Santo Cristo de Virtudes y Dulce Nombre de María, establecida en la Parroquia de San Isidoro”, en www.degelo.com
- López Plasencia, José Cesáreo. "El paso de la Hermandad del Despedimiento, de la parroquia sevillana de San Isidoro. Fuentes e iconografía de un paso desparecido". Sevilla: Laboratorio de Arte nº 23, 2011